No es la primera comedia en la que participo, pero se me aparece como la más desafiante. Es que la propuesta es trabajar una tira, un programa diario de una hora, con el concepto de sitcom, un lenguaje que normalmente es semanal y de media hora de artística. Como se pueden imaginar, no es nada fácil lograr este cruce de formatos.
La sitcom, o comedia de situación, se basa justamente en situaciones que comienzan en un punto y luego de cierto desarrollo, concluyen cerrándose sobre sí mismas. Aun las cuestiones que tienen que ver con el arco de las historias (léase la relación entre Ross y Rachel en Friends), se trabajan de la misma manera: prácticamente no hay progresión dramática en el sentido normal, sino momentos de comedia autoconclusiva que se encastran unos con otros, como en un rasti, hasta formar una figuramás compleja.
Cualquiera que haya visto/trabajado en una tira/telenovela, sabe que el lenguaje de estos formatos es totalmente distinto. Sin arco, sin trama, no hay desarrollo posible para sostener 80, 120 capítulos de una historia.
¿Cómo juntar estos dos universos? No por la fuerza, eso seguro.
En el humor argentino, sobre todo, el gag se basa en remates fuertes y rápidos (Franchella al frente). El setup del chiste argentino consta normalmente de dos etapas: se establece el motivo del chiste, y luego se lo remata. Los sitcom americanas, en cambio, trabajan sobre una arquitectura del chiste distinta. Antes que nada, el chiste es totalmente orgánico con el desarrollo de la trama. Y luego, no funciona en dos niveles, set up y remate, sino en lo que ellos llaman "triplets", o chiste de tres niveles. Este tipo de chistes tiene dos set up en vez de uno: el primero da pie a la broma, siendo ya de por si gracioso; el segundo, es un semi-remate, y a la vez propone un segundo set up que sirve de plataforma para el remate, que redobla el sentido de la broma.
Un ejemplo de Two and a half man, donde se puede ver una broma construida en tres etapas, que a su vez refleja características de los personajes:
Alan: Buen día. Tu invitada se fue?
Charlie: No, se quedo a dormir. Por favor, no dejes que me olvide de nuevo! (set up 1)
Alan: Por ahí deberías ponerte un post-it en el pene (set up 2)
Charlie: Puede ser, pero debería sacar el cartel de "venta de garage" (remate)
En la sitcom, muchas veces incluso la forma en que está estructurada la escena (elementos en la misma, entrada y salida de personajes) obedece a esta regla. Por supuesto, hay espacio para las bromas de dos etapas (la versión argentina de Casados con Hijos está armada casi al 100% por humor argentino de dos etapas), pero los "triplets" permiten, a mi modo de ver, un humor más integral.
Otro elemento distintivo de este tipo de lenguaje, es el ritmo en los diálogos: hay una forma precisa decirlos, temporalmente hablando, y nunca se improvisa sobre la letra, sino que se la sigue al pie (cualquier cambio se discute largamente en piso durante los ensayos, nunca en la grabación, pero ni esto es muy habitual); mientras que en los programas argentinos de humor más clásicos, la improvisación y el morcilleo son a veces más importantes que el texto del guión, que es una "excusa" para el juego. En las sitcom, esto puede llegar a ser algo negativo (salvo en el caso, por ejemplo, de la versión argentina de Casado con Hijos, donde se logró aunar ambos mundos, aunque con un desbalance en detrimento de la parte sitcom).
Todas estas cosas tratamos de tener en cuenta a la hora de escribir Ciega a Citas. No es un desafío fácil llevar todo esto a un formato diario de 45 minutos de artística, que por su propia gravedad deriva hacia la telenovela si no se lo vigila con ojo de halcón.
Sin embargo, creo que estamos llevando a cabo una búsqueda válida para generar un nuevo formato. La repercusión en Facebook habla de que se está logrando.
Y yo, como siempre, agradecido de poder trabaja en algo que permita experimentar un poco. El proceso de aprendizaje del guionista no termina nunca.
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