Siempre me ha parecido que no hay nada peor en un profesional que el dogmatismo, entendido no como la voluntad de atender a un dogma (cosa que todos hacemos, en forma más o menos conciente), sino como la cerrazón, la incapacidad de entender (y representar) el mundo sino de una sola forma.
Sentí una dogmática patada en los dientes leyendo un
artículo escrito por Sergio Barrejón, guionista español de cine y televisión.
En el artículo, Barrejón vuelca algunas reflexiones interesantes, surgidas a partir del proceso de filmación de un cortometraje. En lo tocante al guión, dice:
"He aprendido una técnica maravillosa para prepararse un guión. La protagonista del corto, Tania Roberto, remarca con rotulador verde todos los verbos del texto. Los verbos son la clave de todo, me dijo. Y tiene toda la razón del mundo.Vaya una técnica, dirán algunos. Pruébenla con sus propios guiones, y descubrirán muchas cosas. Hace un montón de años, Juan Antonio Porto enseñaba en su Taller de Guión que no se deben malgastar los verbos. Y es que, aunque todo el mundo está de acuerdo en eso de que el cine es acción, no todo el mundo ni mucho menos es capaz de ponerlo en práctica. Porque para hacerlo hay que saber manejar los verbos. ¿Y cuáles son los verbos que más usan los malos guionistas? Haber, estar, tener, ver."
En principio la apreciación de Barrejón me pareció interesante. En una escena siempre debe suceder algo, sea
a los personajes,
dentro de ellos, o
a partir de ellos (o todo a la vez).
"Las escenas son de reír o de llorar, pero nunca son de nada", dice
Ricardo Rodriguez con suscinta sabiduría. Entonces, pensar la construcción de un guión desde la gramática, desde el uso de los verbos, me parece que es algo sobre lo que cualquier guionista debe reflexionar.
Pero Barrejón no se detiene en la reflexión y ejemplifica.
Verbos sin acción.
“Jaime está junto a la ventana. Tiene una pistola en la mano.”
“Sobre la mesa hay una botella de whisky vacía.”
“Vemos a Jaime sentado en el sillón.”
Así escribe un mal guionista. Bueno, así y con perífrasis, circunloquios y voz pasiva.
Para hacerlo más gráfico, compara estas frases (totalmente sacadas de contexto), con una página de guión de su propia autoría:
La Chica lanza hacia atrás el vaso en el que estaba bebiendo.
El Ejecutivo lo esquiva por unos centímetros y el vaso rebota contra la ventana junto a su cara, sin romperse, con un sonoro “¡clonc!”.
La Chica se levanta canturreando y se acerca hasta su carrito.
CHICA
(Cantando desafinada) Metiste tu cintura / rozándola en mi selva / sacaste a mi pantera / y se comió tu corazón / chili-chili-chili-chili-¡pom!
Enciende una pequeña radio que lleva en el carrito, y SUENA UNA MÚSICA CARIBEÑA. La Chica empieza a bailar sensualmente mientras se desabotona la bata.
Y remata con un
"así escribe un profesional. Describiendo acciones de manera precisa, directa, breve. Con frases simples, con verbos de acción, y por supuesto, en voz activa".
Bueno, usando una expresión de la madre patria... ¡joder! Barrejón nos enseña lo que es ser profesional, y cómo debe ser un guión.
No conozco Mr. Barrejón; con lo cual, no refiero sus disquisiciones en ánimo de iniciar un debate online con él, sino como elemento para hacer un poco de dialéctica.
La anécdota de la actriz resaltando los verbos del guión me parece muy útil. Creo que los guionistas estamos siempre en batalla, narrativamente hablando, entre lo que el lenguaje del guión nos exige, y las palabras que interiormente quisiéramos usar para poder expresarnos.
El lenguaje del guión, en lineas generales y a nivel uso de las palabras, es un lenguaje de "más con menos". Es necesario expresar con brevedad lo que sucede (y aquí pesa también el famoso cálculo "una página=un minuto", que también genera límites), de manera clara, encontrando un equilibrio justo entre derecha e izquierda, entre diálogo y descripción. El guión también debe, por decirlo de algunas manera, no ser exhaustivo: debe dejar suficiente "espacio en blanco" para promover la creatividad del resto de la cadena de producción que participara en su llegada a la pantalla. Con espacio en blanco no hablo de ausencia, sino de invitación al aporte; de conciencia de que la película no está terminada cuando el guionista pone el último punto.
Todo lo que, con alma de escritores, quisiéramos describir en el guión respecto de ideas, climas, intenciones, no puede ser profundizado en la izquierda. Simplemente, el guión no tiene espacio para ello, y quizá a los actores, a la gente de arte, al director, no le interese que volquemos todo lo que creemos que la historia debe mostrar... porque ellos deben hacer su aporte también.
Entonces, lo que queremos expresar, debe resaltar del cruce entre descripción sucinta, acción y diálogo. Es como si trabajáramos constantemente con metáforas.
Hasta aquí llego con ciertas cuestiones que me parecen parte del ADN del guión y que están en consonancia mínima con lo que plantea Barrejón.
Pero una de las cosas que más me gustan del cine y la televisión es que siempre hay un
"sí, pero...". Cuando creemos que las formulas lo dicen todo, siempre aparece una ruptura.
El
"sí pero" aquí es que lo pongo en palabras de Robert McKee:
"Quienes cumplen la formas son los escritores ansiosos e inexpertos. Los escritores rebeldes y sin formación las incumplen. Los artistas son los maestros de la forma. El Guión propone formas eternas y universales, no fórmulas".
Tanto McKee como
Vogler trabajaron como lectores de guiones en Hollywood. Pero, a diferencia de Vogler (o de Linda Seger, o de Syd Field), McKee mira hacia el cine europeo, hacia la novelle vague, y señala que el formulismo del cine norteamericano no produce sino guiones vacíos.
Hace falta libertad de pensamiento para crear grandes guiones. No basta con estar atentos a los verbos de acción y voz activa. Ni siquiera alcanza con ser un buen profesional. Es necesario pensar en grande (y no me refiero a escala), ser valiente, arriesgado.
Como ejemplo, ofrezco este fragmento de guión (no mío).
FADE IN:
EXT. IMAGEN SIMPLE DE ÁRBOLES - DÍA
Una linea de cocoteros ES VISTA a través de un velo de tiempo o de un sueño. Un humo ocasionalmente colorido pasa a través del CUADRO, primero amarillo y luego violeta. Una MÚSICA de 1968-69 comienza lenta, sugestiva. Quizá "The End", de The Doors.
MOVIÉNDOSE a través del CUADRO, pasa un grupo de helicópteros, formas duras que se deslizan al azar. Entonces un helicóptero en FULL VIEW flota clara y repentinamente frente a los árboles, y la jungla ESTALLA en un brillante globo rojo-naranja
de llamas de napalm.
La VISTA SE MUEVE A TRAVÉS de los árboles en llamas. Helicópteros
van y vienen.
DISUELVE A:
INT. HOTEL EN SAIGÓN - DÍA
Una toma cerrada, cabeza abajo, de la cara cubierta de barba de un hombre joven. Sus OJOS SE ABREN... es B.L. WILLARD. Intensa y deteriorada. La CÁMARA SE MUEVE alrededor para verlo de costado, mientras él continúa mirando el ventilador de techo en marcha.
EXT. IMÁGENES DE HELICÓPTEROS - DÍA
Continúan volando lenta, pacíficamente a través de la jungla en llamas. El humo coloreado va y viene. Morrison continúa con "The End".
INT. HOTEL EN SAIGÓN - DÍA
La CÁMARA SE MUEVE lentamente a través de la habitación... y ve a WILLARD, un joven capitán del ejército. Él mira a través de la ventana hacia una transitada calle de Saigón.
WILLARD (V.O.) *
Saigón... mierda. Estoy en Saigón.
Siempre creo que voy a despertar de
nuevo en la jungla.
Vuelve a la cama, se tira sobre ella. Está intranquilo, exhausto, probablemente borracho. Vemos botellas de alcohol, fotos, documentos desparramados sobre la mesa.
WILLARD (V.O.)
Cuando estaba en casa, después de mi
primer ronda, era peor. Despertaba y
no había nada. Dificilmente le dije
palabra a mi mujer, hasta que dije sí al
divorcio. Cuando estaba aquí, quería
estar allá. Pero cuando estuve allá,
en lo único en lo que podía pensar era
volver a la selva. Hace una semana que
estoy aquí. Esperando por una misión.
Ablandándome. Cada minuto que paso en
este cuarto, me debilito. Y cada minuto
en que Charlie se arrastra por la selva...
se hace más fuerte. Cada vez que miro
alrededor... las paredes se cierran un
poco más sobre mí.
Él está de pie ahora, desnudo, practicando una especie de frenético, alcohólico arte marcial. Eventualmente, se desploma sobre el piso.
FADE OUT
Esto es, por supuesto, parte de la secuencia inicial del guión de
Apocalypse Now (el guión completo,
aquí).
Están los verbos de acción, la voz activa... ¡y tanto más!
Ese "tanto más", creo yo, es lo que nos convierte de profesionales, en verdaderos creadores.