viernes, 17 de diciembre de 2010

STORYTELLERS: ADRIANA LORENZÓN

A mitad de este año, este blog se vio enriquecido con una serie de entrevistas a autores de primera línea de nuestro país. La propuesta se llamó Storytellers, y consistió en un mismo cuestionario contestado por todos, para poder así comparar los distintos enfoques. Pasaron por Storytellers en su primera edición Pablo Lago, Marta Betoldi, Mario Segade, Esther Feldman Marcos Carnevale.
A partir de hoy, retomamos la sana costumbre con una segunda tanda de autores que nos acercan sus respuestas.
La primera invitada de este nuevo Storytellers es Adriana Lorenzón.
Adriana, que se encuentra próxima a estrenar dos tiras, El Elegido, con Pablo Echarri para Telefé, y Sr. y Sra. Camas, con Florencia Peña y el Puma Goity para Canal 7, tiene una larga y exitosa carrera a sus espaldas: desde Apasionada, junto a Celia Alcántara, hasta Por Amor a vos, con Jorge Maestro, pasando por éxitos como Los Roldan, Montecristo, Costumbres Argentinas y, hace poco, el guión de la exitosa película Gaturro.
Los dejo entonces con la visión de Adriana sobre el oficio y arte de guionar.



1. ¿Cómo vencés a la hoja en blanco?
Con coraje, pasión y alegría… Nunca me enfrento a la hoja en blanco de una, empiezo a garabatear cosas en mi mente y cuando las tengo mas o menos claras las voy bajando al papel. Tacho y reescribo, empiezo de nuevo varias veces hasta llegar a la idea que mas me  convence. Me gusta escribir en papel. Tengo cuadernos para distintas cosas y lapiceras diferentes. Uso colores, fibras, lápices… Trato de divertirme y cuando mas o menos tengo claro lo que quiero contar, entonces edito en la computadora… Me resulta mucho mas intimidatoria una pantalla en blanco que un papel en blanco. 
2. ¿Qué preferís, los géneros o las historias?
Creo que van de la mano. La historia es el qué, género es el cómo. El género define el tono, el ámbito, el elenco… Creo que una gran historia contada en el género indicado es una combinación perfecta y también creo que con una sola de las dos cosas no se hace nada. Las buenas historias en un marco inadecuado corren el riesgo de quedar por la mitad. Particularmente soy amante de los géneros mas bien puros aunque muchas veces la necesidad de sumar cantidad de público hace que la gama de géneros dentro de un mismo programa se amplíe hasta límites que son perjudiciales para el producto. Por supuesto es mucho mas fácil contar con esa amplitud que en el género puro porque las reglas son mas estrictas pero a mi me gusta respetar esas reglas, creo que el espectador lo agradece. 
3. Ronald Moore dijo que “una serie de televisión es una historia sobre un grupo de gente. (...) El concepto es seguir a esta gente, no a los eventos”. ¿Cómo construís la relación personaje/trama?
Bueno, la manera de seguir a esa gente es a través de los eventos, justamente. Creo que la televisión es el reino del personaje, más que de la trama pero en una buena trama el personaje se luce. De nada sirve tener un gran personaje viviendo eventos que no están a su altura porque a la larga terminan aburriendo o quedando demasiado “declamatorios”. No está bueno cuando un personaje avisa o reflexiona sobre un hecho importante. Está bueno que lo viva. Conflicto más conflicto más conflicto… y el conflicto se cuenta a través del evento.  Uno planta a los personajes y van a evolucionando a medida que recorren la trama y se enfrentan a los distintos conflictos. Me parece que el desafío es no hacer que una cosa se coma a la otra. Sobre todo se trata de sostener  un delicado equilibrio…. 
4. ¿Cuáles son tus 5 reglas más importantes a la hora de estructurar?
Mis 5 reglas coinciden con las reglas de la acción dramática. Equilibrio, factor desequilibrante, desequilibrio, factor reequilibrante,  reequilibrio.  Una buena estructura implica un recorrido a lo largo del capítulo, con las estaciones justas y haciendo las paradas necesarias. Lo más importante es sostener la atención del público y no excederse en explicar lo que ya se vio. Es la tarea más difícil en el proceso de escribir un guión. La estructura es como armar un rompecabezas poniendo cada escena en su lugar, de modo tal que si uno saca una, se desarma todo. Cuando eso sucede, es que se tiene una buena estructura. Si  en cambio se puede sacar una escena o cambiarla de lugar y nada se modifica es que hay problemas… Vale decir que una buena estructura es aquella que cuenta un cuento con principio desarrollo y fin  (abierto o cerrado) según la continuidad con que uno esté contando. Una buena estructura es aquella que permite que al dia siguiente de ver el programa uno pueda hacer una síntesis en tres líneas para contárselo a otro. “ De que se trato el capítulo de ayer…?” “De tal cosa y tal otra y tal otra…” Ese mismo resumen debería ser la premisa de nuestro capítulo a desarrollar… 
5. ¿Cuáles son las preguntas más importantes que te hacés interiormente antes de escribir una escena, para que sea realmente dramática y no solo pase información?
Trato de visualizarla y muchas veces hasta ponerme en la piel del personaje. Creo que los guionistas somos un “canal de transmisión” entre lo que el personaje tiene ganas de decir o vivir y lo que la gente tiene ganas de ver. Mas que preguntas, lo que hago es entregarme a la escena. Dejar que las ideas fluyan e ir ordenando al mismo tiempo la información. No es diferente a lo que siente el actor cuando interpreta una escena. El también es un canal. Muchas veces las interferencias hacen que esa transmisión sea mas complicada pero hay que esforzarse por conectar de todos modos y sobre todo, dejarse llevar por esa energía maravillosa que transmiten los personajes a través de los conflictos, de las palabras… son momentos únicos. 
6. David Mamet dijo “si hacéis que los personajes no puedan hablar, y escribís una película muda, estaréis escribiendo un gran drama”. ¿Qué opinas de esta afirmación?
Que está muy bien para el cine pero la televisión es 60% palabra y 40% imagen. La gente hace mil cosas mientras mira la tele, no está concentrada en la pantalla salvo cuando sucede algo que realmente le importa y “no puede dejar de mirar”, un beso, una discusión, una escena de sexo. El público se entera lo que va sucediendo a través de lo que hacen los personajes pero mas a través de lo que dicen.  Eso no significa que un programa no deba ser bien contado en imagen, cuanto mas bello, mejor, siempre pero…. No es celuloide…. Es televisión. 
7. ¿Cuáles son los principios que hacen de un diálogo, un gran diálogo?
El diálogo es un capítulo aparte…! Sobre todo porque es muy subjetivo lo que a cada uno le gusta escuchar o lo que cada uno tiene ganas de decir. De una forma u otra, lo importante es que el diálogo “diga” algo y mucho más importante  aún es que ese diálogo exista. O sea, que los personajes “se comuniquen” entre si hablando como habla ese personaje y ningún otro que esté a su alrededor. El diálogo es un arte exquisito y no siempre sale bien. A mi me causa gracia cuando en los equipos autorales se llama para dialogar al que menos experiencia tiene. Error..!!!! El diálogo es la síntesis de todo lo que estamos contando y hay que saber dialogar muy bien para que la escena quede como debe quedar. El dialogo es fundamental. Pero volviendo a la pregunta, creo que un gran diálogo es aquél en el que no se escucha la voz del autor sino la del personaje, al igual que una gran escena realizada es aquella en la que no se nota que hay una cámara y directores detrás de ella.  Aquella en la que uno termina confundiendo al actor con el personaje y todo se vuelve algo único. 
8. ¿Qué situaciones del oficio de contar crees que atentan contra el arte de contar? 
Definitivamente cuando se coarta la libertad creativa.  Aun presentando una idea original, la opinión del productor o incluso de los realizadores va deformando lo que el autor quería contar en una primera instancia. Como no se puede decir que “no” a todo, uno va accediendo a los cambios hasta que pierde de vista su premisa original. Es muy difícil tratar de resguardar el argumento de todos los avatares que implican las “devoluciones”. Es claro que los que escribimos televisión debemos acostumbrarnos a este intercambio de opiniones que tal vez no sufre el autor de literatura o el de cine. Sin embargo, las cosas se pasaron de la raya. Siento que los guiones son demasiado vulnerables y no hay ningún tipo de contención para el autor, como si no se lo considerara un artista.  Es muy difícil hacerle entender a un productor o a un actor que debe limitarse a darle forma a eso que está escrito. La tendencia es que cada uno le de su propia forma y el autor deba adaptarse a eso sí o sí. Muchas de esas opiniones suelen ser gustos, puntos de vista o incluso caprichos. Cada vez se hace mas difícil sostener con fundamento una ficción sin batallar con las opiniones que vienen de afuera del guión.  A veces se produce una verdadera guerra entre el autor y el resto, cada uno defendiendo su postura y, lo que es peor, dejando el producto de lado. 
9. ¿Cómo te sentís en relación a la finitud del guión, en relación a que es solo un primer paso hacia el producto final?
Que sea el punto de partida no significa que allí muera, al contrario, creo que el guión “nace” en la escritura, se desarrolla en la realización, muere en la emisión y resucita en la venta del formato.  Siempre vi al guión como algo “orgánico”, con vida propia y cuando es bueno, sobrevive a cualquier eventualidad. Muchos directores dicen que con un buen guión se puede hacer una mala película pero con un mal guión no se puede hacer una buena.  Realmente creo que es así. El guión es el esqueleto de ese cuerpo orgánico, el que sostiene todo y si bien es un cuerpo en sí mismo, cuando pasa a la instancia de la realización, se transforma en el esqueleto que los demás van a completar. Sin embargo, el corazón y la cabeza van junto con el esqueleto.  Si un guión no está bien pensado y no late con vida propia, entonces sí muere rápidamente. En ese caso, no hay nada que lamentar. 
10. ¿Cómo se artícula en Argentina, en tu experiencia, la relación entre autor y productor?
Es una relación compleja… casi como un matrimonio y depende de la personalidad de cada uno de los integrantes y también de su deseo de cooperación. Hay productores brillantes que no logran abrirse al autor. Hay autores brillantes que no confían en el productor. En el medio hay mil variables tanto de unos como de otros.  Me gustan los productores “artísticos” mas que los meramente ejecutivos. El productor es quien, tomando el concepto del autor, hace que el programa sea o no original.  Es quien sobre un boceto en blanco y negro, le va a agregando el color para que luego los realizadores (actor, director, editor y musicalizador) le agreguen los brillos y las estocadas finales al cuadro. A veces se hace difícil lograr acuerdos con alguien que se cree mas importante que el resto y esto lo digo incluso por el autor. La televisión, que es lo que conozco, es trabajo en equipo en serio, equipo significa todos para el mismo lado con un objetivo común. Donde uno quiere brillar mas que otro, la cosa se complica.  Para mi productor es aquel que “produce” lo que alguien mas creó. Es el que le da forma al contenido. Un rol tan importante que si es mal llevado, puede ser catastrófico. En Argentina tenemos, a mi criterio, a los mejores productores de Latinoamérica, son buscados en el mundo entero y no es casualidad. Creo que estas mentes brillantes salen a la luz cuando los recursos son escasos y se necesita de ingenio para resolver rápido y barato.  Luego están aquellos productores “comerciales” que se adueñan de todo….. con esos no hay relación posible. 
                                              

La semana próxima: Ernesto Korovsky.

jueves, 16 de diciembre de 2010

ESC.174 INT. GUIONISTA EN EL ARMARIO -- DÍA

Bueno, esto es realmente grandioso.
¡Si esto no es ser autor, no sé qué puede ser!

Link: Canal plus - El armario


¡Gracias a Pablo Lago por la recomendación!

lunes, 13 de diciembre de 2010

ESC.173 INT. TIRO, LÍO Y COSA GOLDA -- DÍA

Esta es la primera imagen que se ve de Los Únicos, la nueva tira de Pol-Ka en la cual este humilde bloguista está haciendo una colaboración autoral. 



El barbeta es Nicolás Cabré, uno de los protagonistas, junto a Mariano Martínez y Griselda Siciliani. Al comienzo de la historia, por circunstancias que no estoy en condiciones de revelar (je), Axel, el personaje de Nico Cabré (sí, el mismo Axel que hacía en Sin Código... pero con un plus), es entrevistado por Anabela Ascar
Los Únicos es una "tira de acción", por llamarla de alguna forma. Tiene toques de comedia y romances. Pero también tiro, lío y cosa golda. Al trío protagónico lo secundan Eugenia Tobal, Claudia Fontán, Marcelo Mazzarello, Nicolás Vázquez, Arnaldo André, Jimena Barón, Emilio Disi, Julieta Zylberberg y Pilar Gamboa. Los malos son de lujo: Carlos Belloso y Fabio Posca
Los autores de Los Únicos son Pablo Junovich y Mariano Vera, dos tipos audaces, acompañados por sidekicks como Guillermo Hermida, Gisela Benenzón, y el que aquí suscribe. 
En la medida que pueda ( y que Alexander Waverly me lo permita), iré contando algunas cosas de la cocina del programa. 
Nos vemos en la tele. 

domingo, 12 de diciembre de 2010

ESC.172 INT. INSTITUTO DE LA FICCIÓN -- DÍA

Esta semana, la ficción argentina recibió otro duro golpe: el levantamiento de Caín y Abel, la ficción del prime time de Telefé, escrita por Guillermo Salmerón y equipo, y generada por ONTV, la productora de Claudio Villaroel y Bernarda Llorente. Consideraciones artísticas e industriales y hasta, para muchos, personales (Villaroel no es precisamente querido dentro del ámbito de los autores de ficción) aparte, la noticia fue eminentemente triste. Sobre todo cuando se escuchan especies como que Telefé piensa "inundar" la pantalla nocturna del canal con la nueva edición de Gran Hermano, de aquí al 31 de diciembre, para tratar de conseguir las décimas que le faltan y superar a Canal 13, evitando que los de Constitución se lleven el año.
En fin, ya sabemos que la industria es así, y está más que comprobado que la "autoregulación" de los mercados es una quimera. Por eso, ciertas regulaciones son necesarias, también dentro de las industrias culturales.
En este contexto, quiero reproducir una nota publicada hoy por el diario Página 12, donde se comenta la posible creación de un Instituto de Ficción, que, junto a una Ley de Ficción, establezca cuotas de ficción nacional para todos los canales.
Cuelgo la nota y luego, algunos comentarios.

Una década después de que Soledad Silveyra gritara sobre el escenario “¡Aguante la ficción!” y María Valenzuela levantara el cartel con la leyenda “Somos actores, queremos actuar” en aquella recordada ceremonia de entrega de los premios Martín Fierro de 2000, nuevamente el género que mayor fidelidad de audiencia convoca frente al televisor junta fuerzas para no perder el histórico lugar que ocupa en la TV argentina. En esta oportunidad, la búsqueda de revalorizar un género que tiende a desaparecer de los canales de aire trasciende las proclamas aisladas, para avanzar hacia un marco jurídico que estipule una cuota de pantalla mínima para la ficción, que la recientemente sancionada Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual no contempla. Para ello, un grupo de actores, autores y directores de televisión impulsa una ley de Ficción que pretende fijar a los licenciatarios una cuota de pantalla mínima de dos telenovelas y dos unitarios de producción propia anuales por canal de aire de ciudades de más de un millón y medio de habitantes.
La cruzada a favor de la ficción está promovida por un amplio y diverso grupo de profesionales de distintas áreas relacionadas con el género. Personalidades como Irma Roy, Patricio Contreras, Arturo Bonín, Ximena Fassi, Guillermo Marco, Héctor Calori y Hugo Moser hijo, entre otras, se convocaron para dar forma a una asociación civil (Ficción para Todos) con el objetivo de impulsar el proyecto. Además, entidades como Argentores y el Sindicato Argentino de Televisión (SAT) apoyan la propuesta que, para su articulación y puesta en marcha, incluye la creación del Instituto de Ficción Televisiva, que se encargará de promover la producción de este tipo de programas en todo el territorio nacional, desarrollando coproducciones entre las provincias y formando equipos mixtos de directores, autores, productores, iluminadores, camarógrafos y actores.
“Llegamos a una situación de tal desinterés de los privados por la ficción que, si no hacemos algo, las telenovelas y los unitarios van a desaparecer en el mediano plazo”, le cuenta a Página/12 Leonardo Bechini, el autor y director, y uno de los principales promotores de la ley. “Que hoy haya un autor o un actor trabajando en la tele –agrega el autor de Poliladron, 099 Central y 22, el loco, entre otros ciclos– es un hecho milagroso: hay una gran desocupación y el futuro no es esperanzador. Lo más peligroso es que la TV de hoy está de- sacostumbrando al público a la ficción: los está haciendo consumir subproductos parasitarios e irreflexivos, que toman elementos de la telenovela pero para generar un reality, que no cuenta nuestra historia ni fortalece nuestra identidad cultural. Hoy la gente se acostumbró a los 700 golpes de estímulos que por hora genera Showmatch, por eso no funcionan las ficciones como Caín & Abel. Ya es necesario reeducar a los televidentes.”
La reglamentación mediante una ley de una cuota mínima de ficción no es un capricho de unos pocos. En realidad, es la consecuencia directa del estado actual de la TV argentina, que desde hace años entró en un derrotero en el que los programas de archivo, los de chimentos y los de entretenimiento fueron copando espacios, en desmedro de las telenovelas y los unitarios, perjudicados por la complejidad y la inversión económica que demandan. La ley audiovisual vigente especifica cuotas de pantalla para la producción nacional y la independiente, para la programación infantil, los noticieros y la producción nacional cinematográfica, pero no contempla en ninguno de sus artículos algún tipo de garantía para la producción de ficción. Un vacío que puso en alerta a cada una de las partes que intervienen en el proceso de producción y realización de telenovelas y/o unitarios.
Bechini sostiene la necesidad de una ley que garantice la producción de ficción haciendo un racconto histórico sobre la cantidad de horas que el género tuvo desde la llegada de la TV. “En las décadas del sesenta y del setenta –enumera–, entre los cuatro canales que existían en la televisión argentina había más de 80 ficciones, entre unitarios, telenovelas, programas de humor, shows y miniseries. En los ochenta y noventa la cifra bajó a 35 ficciones. En el 2000, esa cifra disminuyó a 15, y hoy, en 2010, no hubo más de seis. En los noventa, cuando se privatizaron los canales, hubo una reducción de personal del 50 por ciento; veinte años después, esa cifra sigue en aumento. La indefensión a la que están sometidos actores, músicos, escritores, directores, técnicos es ya insostenible. Estamos perdiendo talento día a día. El resultado de toda esta pérdida de fuerza laboral y creativa es lo que hoy estamos viendo: programas de entrevistas a marginales, audaces advenedizos y famélicos de fama a cualquier precio, programas de concursos, cuya precariedad intelectual es lamentable, y programas de entretenimientos, por lo general penosos, procaces y de mal gusto.”
El proyecto de ley con el que se pretende que no desaparezca una industria que genera miles de puestos de trabajo y que hasta hace muy poco tiempo generaba millones de dólares para Argentina por su valor exportador, cuenta con el acompañamiento de la diputada nacional Silvia Vázquez (Concertación-Forja), quien se encuentra ultimando el texto que el año próximo será presentado al Congreso y a la sociedad civil. El proyecto, básicamente, contempla la exigencia a los canales de aire –en ciudades de más de un millón y medio de habitantes– de dos telenovelas y dos unitarios como mínimo de producción propia, sean éstos comedias o dramas, y un programa musical nacional por año. A su vez, el proyecto remarca que las emisoras ubicadas en ciudades de menos habitantes pueden respetar la cuota de pantalla replicando esos contenidos realizados por canales más importantes.
La principal traba con la que cuenta el proyecto de ley es la financiación, pues la escasa producción de ficción local actual es resultado no sólo de una decisión artística sino fundamentalmente de una ecuación económica. Al fin y al cabo, mientras que en una ficción suelen trabajar más de cien personas, a razón de 70 mil pesos de costo por capítulo, la estructura laboral y el dinero invertido en una hora de entretenimientos o en un ciclo de archivo es infinitamente menor. En el contexto de una televisión tinellizada, en la que algunas ficciones no llegan a durar ni tres meses al aire y son levantadas por bajo rating, preguntarse quién se va a animar a invertir en una telenovela o unitario –con excepción de Pol-ka que tiene la pantalla garantizada de El Trece, por ser socios– es un interrogante sin respuesta concreta de cara al futuro.
Con la finalidad de zanjar el escollo económico, el proyecto de ley contará con la creación del Instituto de Ficción Televisiva, entidad autárquica que tendrá como fin promover la producción de contenidos ficcionales. “Será una suerte de Incaa, pero televisivo”, subraya Bechini. “Hay que reconstruir la ficción local, para lo cual el Instituto articulará exenciones impositivas, créditos blandos para la producción de estos nuevos contenidos haciéndolo extensivo a las productoras privadas ya existentes y fomentando la creación de nuevos emprendedores. Los créditos que otorgue dicho instituto serán distribuidos por concurso donde los contenidos serán evaluados y clasificados, así como la idoneidad de los productores y equipos técnicos y artísticos que participen. El instituto participará de las ganancias que deriven de la explotación comercial de lo producido en la proporción del aporte realizado”, adelanta el autor. Los fondos del instituto surgirán de lo recaudado por la Asociación Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), según lo establece la flamante Ley 26.522. Entre sus funciones, el instituto promoverá la venta en el exterior de las producciones nacionales, con presencia en todas las ferias internacionales de televisión, en compañía de las productoras privadas.
La financiación y fomento de la producción de ficción se complementa, además, con la idea de desalentar la programación de ficciones extranjeras, con gravámenes que protejan la industria nacional. “Intentaremos hacer que las producciones extranjeras tengan que tributar más impuestos de lo que lo hacen hoy. No es posible programar canales casi íntegramente con latas producidas en el extranjero y que nada tienen que ver con nosotros, como ocurre con Canal 9. En otros países eso no sucede. En México, por ejemplo, un programa extranjero tiene un 30 por ciento más de carga impositiva que un producto local, porque le está quitando el trabajo a un local. Son leyes proteccionistas con sus telenovelas. Argentina carece de leyes proteccionistas de ficción y por eso hoy hay un 80 por ciento de desocupación en la industria”, se lamenta Bechini. Entre otras medidas que se encuentran en estudio está la de limitar la proliferación de los programas de archivo, haciendo que los canales paguen por los derechos de uso de imágenes o contenidos producidos y/o emitidos por terceros.
Bajo la idea de aumentar la presencia de ficción en la TV local y triplicar los puestos de trabajo, los promotores del proyecto señalan que hay consenso entre todas las partes de la industria y de los distintos gremios para que la iniciativa se convierta en realidad. “No es una ley en contra de alguien, sino a favor de todos: de los canales, de las productoras, de los televidentes y del público. Nadie pondría en duda que la ficción eleva el nivel cultural de la TV y de todos los argentinos, además de articular valores que terminan por formar nuestra identidad”, concluye Bechini, esperando que el año próximo la ficción vuelva a ocupar un lugar preponderante en la pantalla chica.    
                                      
Lógicamente, cualquier autor suscribiría en lineas generales a esta iniciativa.
Sin embargo, conversando con algunos colegas, surgen ciertos reparos:

  • La sensación de que la nota forma parte de una actividad (lógica, por otra parte) de lobby, y que por tanto no profundiza en la información necesaria para sopesar correctamente la iniciativa.
  • La gente de cine podría tener que preocuparse: ¿de dónde saldrá el dinero que usaría el Instituto de Ficción? ¿De las mismas arcas de donde sale el dinero para el INCAA? 
  • Y de esto deviene otra cuestión: los canales podrían exigir financiación estatal para poder sostener la cuota de ficción, argumentando que, en caso contrario, la actividad se volverá anti económica. ¿Quién pondría este dinero, el Instituto? ¿Cómo serían las proporciones de participación?
  • ¿Cómo se constituirá el Instituto? ¿Será verdaderamente plural, un brazo de acción del estado, un brazo de acción de ciertos intereses particulares en conexión con el estado?
Estas son solo algunas de las primera preguntas que surgen, y seguramente no serán las últimas. 

jueves, 9 de diciembre de 2010

ESC.171 EXT. AMAZON STUDIOS -- DÍA

Esto que voy a comentar no es un noticia de último momento, pero quizá sea útil para aquellos que aun no lo saben. Amazon, el archiconocido sitio de compras, en un jugada que por lo menos a mí me resulto inesperada y sorpresiva, se puso de acuerdo con Warner Bros. Pictures para lanzar una iniciativa por demá interesante: Amazon Studios.


La propuesta es la siguiente: cualquier autor con un libro en inglés que crea en condiciones de ser leído por la industria de Hollywood (con no menos de 85 páginas y no más de 120), puede subir dicho guión a Amazon Studios mediante un proceso bastante sencillo. Estos guiones entran en un proceso de competencia que consta de dos premios mensuales de U$S 20.000. Además, están al alcance de cualquier productor que se interese en leerlos y hacer un opción por ellos.
Amazon Studios tiene la intención de usar luego algunos de estos guiones para producir nuevas películas, dándole la primer opción de coproducción a Warner Bros. (si Warner no está dispuesta a desarrollar X proyecto en particular, Amazon Studios puede ofrecerselo a otro estudio.).
Si un director o guionista crea un proyecto con un guión original y es lanzado por Amazon Studios como una película, recibirá un pago de derechos de U$S 200.000 dólares. Nada despreciable. Luego, si la película hace más de $60 millones en la taquilla de EE.UU, el director o el guionista original recibirá un extra de U$S 400.000.

Además, los guiones que uno sube pueden ser usados por los mismos participantes del proyecto, que también está abierto a directores, para producir "test film" que luego entran también en concurso.
Los que estén interesados en saber más del tema, vayan a http://studios.amazon.com.
Yo ya subí el mío!

lunes, 6 de diciembre de 2010

ESC.170 INT. HOMBRE NUEVO / GUIONISTA NUEVO -- NOCHE

Revisando viejos post, me encontré con uno donde se hacía referencia a una nota publicada en noviembre en el suplemento Ñ de Clarín, llamada El duro oficio del guionista. Entre a la nota y me llamó la atención un comentario de lectores que no había visto la primera vez que leí la nota: está escrito por Michelina Oviedo, la directora de Guionarte, una de las primeras escuelas de guión del país. En su comentario a la nota, Oviedo dice lo siguiente:
Quiero agregar a lo expuesto en la nota: 1-la falta de una didáctica en las escuelas de cine acorde a complejidad del asunto.2-la identificación grosera de lo clásico con lo hollywoodense y 3-el cine como primer arte en equipo, arte multiautoral,se necesita "un hombre nuevo" que no compita por la autoría y que busque algo más que un rédito personal e individual.
El punto tres me hizo sonar varias campanas: el cine como primer arte en equipo, arte multiautoral,se necesita "un hombre nuevo" que no compita por la autoría y que busque algo más que un rédito personal e individual. Me pareció totalmente aplicable a la escritura de televisión, y además, filosóficamente pertinente a la problemática del guionista en la televisión argentina actual.

Ya he hablado por demás en este blog de la forma en la que se trabaja en la escritura de televisión en nuestro país. Sobre cómo se pasó de la "televisión de autor", de los 60 y 70, a la "coreanización" del trabajo autoral en los 80 y, principalmente, en los 90. Coreanización que sirvió a los propósitos de una generación de productores que irrumpieron con fuerza también en los 90, con las ansias de apropiarse de lo que consideraban (apropiadamente) como una televisión cautiva de los canales.

Hoy nos encontramos en medio de una situación mixta. Internamente, el gremio autoral ha tomado conciencia de la necesidad de unirse y de establecer una nueva "conciencia autoral". Abolir las divisiones creadas por las productoras entre Autores, Escaletistas y Dialoguistas y buscar una nueva lógica de trabajo. También les he contado, por ejemplo, mi experiencia laboral en el equipo de Ciega a Citas, donde todos teníamos responsabilidades autorales (si bien había una autora cabeza de equipo). Aunque esto no se ha transformado en moneda común, es un camino abierto.

Las palabras de Oviedo sobre la necesidad de un "hombre nuevo" están en línea con esta búsqueda. La "competencia por la autoría" está instalada en nuestro medio a partir de los procesos de coreanización, por dos motivos: profesional (tener acceso a una toma mayor de decisiones creativas, poder plasmar las ideas propias) y económico (la diferencia salarial entre el autor y el resto del equipo puede llegar a ser brutal). Como bien señala Oviedo, estos temas giran claramente alrededor de un "rédito personal e individual".

Ambos temas, la competencia por la autoría y el rédito personal e individual, son claramente elementos atomizadores del gremio autoral. Nos restan unidad, fuerza, y nos sacan de nuestro centro creativo: la creación de un audiovisual es un trabajo de equipo, y no el campo de batalla en el que se ha convertido en los últimos 20 años, plagado de cruces de espadas por los derechos, por los títulos, por las ventas, por los horarios. Estamos muchas veces en un terreno del todos contra todos, y en este tipo de batallas, a la larga todos terminan perdiendo.

Las reivindicaciones actuales del gremio autoral son, a mi modo de ver, totalmente justas. Espero que en los próximos años podamos ver un cambio que nos ponga de nuevo en el lugar que, creemos, nos corresponde. No porque nos corresponda un lugar especial, sino porque el que teníamos, nos fue arrebatado.

De la misma forma, espero que más adelante, podamos crear un medio audiovisual sea realmente un arte de equipo, y se pueda crear en armonía creativa y económica. Autores, productores, actores, técnicos. Todos en un pie de igualdad.

viernes, 3 de diciembre de 2010

ESC.169 INT. GUIONISTAS CONTRA LAS CUERDAS -- DÍA

Esta fue una semana silenciosa. Después de varios meses de suma "quietud laboral", el péndulo llegó al extremo de su trayectoria y ahora está ganando velocidad cinética (y potencial) hacia el otro extremo. Es decir: me la paso escribiendo todo el día... y en forma rentada. Amen!
Este pobre blog fue uno de los primeros en sufrir las consecuencias del alegre suceso. Trataremos a partir de la semana que viene de que no sufra tanto. Mientras la imaginación produzca ideas, el resto es cuestión de administrar los tiempos, ¿no? Eso dicen. Hummm...
Para terminar la semana saliendo del ostracismo, entonces, les dejo un video que encontré en Youtube.
Se trata de la querida Esther Feldman y su "brother in arms", Alejandro Maci, quienes esta semana estrenaron programa nuevo, Contra las Cuerdas, un intento muy interesante de cruzar el mundo de la telenovela, con lineas narrativas más duras y "realistas", extraídas de la observación de cierto tipo de historias que pueden encontrarse en el Conurbano (nombre que iba a tener la tira anteriormente), lugar donde se desarrolla la acción.
El equipo que se armó para Contra las Cuerdas es realmente de primera: Maci en la dirección general, Feldman en la coordinación autoral, Juan Pablo Domenech a cargo de los libros, y lo que creo que es una gran idea, el aporte en las historias de de Santiago Mitre, Alejandro Fadel y Martín Maúregui, guionistas de Pablo Trapero en Leonera y Carancho. Un lujo de equipo.
En fin, que el video que encontré en Youtube es de Esther y Alejandro dando una clase de guión en Tea Imagen. Creo que son ocho minutos sin desperdicio, y los comparto con ustedes.
Buen fin de semana.


Add to Technorati Favorites
Este blog es parte de Buzzear (AR)
BlogEsfera. Directorio de Blogs Hispanos